Cirugía endovascular de várices

La cirugía endovascular de várices, también conocida como cirugía laser o cirugía con radiofrecuencia de varices, son procedimientos médicos utilizados para tratamiento de enfermedad venosa crónica conocida como varices.

 

Las várices son venas dilatadas y tortuosas que se encuentran justo debajo de la superficie de la piel, que pueden causar dolor y cambios estéticos en las piernas, generan hinchazón, trombosis y pueden ocasionar úlceras en las piernas.

 

¿Cómo es el procedimiento?

El procedimiento de cirugía endovascular de várices se realiza con una adecuada planificación y posterior a la realizar un eco doppler venoso.

 

Estos métodos implican el uso de un catéter guiado por imágenes que se inserta en la vena afectada a través de una pequeña incisión en la piel. Una vez que el catéter está en su lugar, se puede utilizar una variedad de técnicas para tratar las várices, como la ablación con láser o radiofrecuencia con el propósito de cerrar la vena.

 

¿Cuáles son las recomendaciones?

Las recomendaciones para la cirugía endovascular de várices pueden variar según la evaluación del médico y la condición específica del paciente. Sin embargo, algunas recomendaciones comunes incluyen:

  1. Evaluación médica adecuada: Antes de considerar la cirugía, es importante que un médico especialista en cirugía vascular realice una evaluación completa de la condición del paciente, se realiza un estudio ecográfico y se determinara si la cirugía endovascular es la opción adecuada.
  2. Tratamiento conservador: El manejo integral de la enfermedad venosa crónica incluye no solo la cirugía si no también el uso de medias de compresión, elevación de las piernas y cambios en el estilo de vida.
  3. Discusión de riesgos y beneficios: Es importante que los pacientes comprendan los posibles riesgos y beneficios del procedimiento y discutan todas las opciones de tratamiento disponibles antes de tomar una decisión informada.
  4. Seguimiento y cuidado postoperatorio: Después del procedimiento, se requerirá un seguimiento y cuidado adecuado, que puede incluir el uso de medias de compresión, evitar la exposición al sol directo y seguir las recomendaciones del médico.

Es fundamental consultar con tu especialista para obtener información y recomendaciones específicas.